
Por Gwen Webber
KNX puede ayudar a transformar los edificios, haciendo que la accesibilidad deje de ser una lista de comprobación para convertirse en una infraestructura esencial que proporcione dignidad y autonomía a todos los usuarios.
En los últimos años, se ha agudizado el imperativo de crear entornos realmente accesibles. Las personas con discapacidades visibles y las que padecen deficiencias invisibles, como trastornos cognitivos, de procesamiento sensorial o neurodivergentes, exigen sistemas para sus hogares y lugares de trabajo que les ofrezcan independencia, dignidad y seguridad. Y la implantación de esos sistemas no puede ser más rápida.

Mayor concienciación pública
Afortunadamente, el público es ahora más consciente de los sistemas de automatización orientados al consumidor, como Nest en el Reino Unido, que han permitido a los propietarios gestionar su calefacción al volver del trabajo, entre otros controles ambientales. De hecho, la automatización se ve cada vez más como una parte vital de la creación de espacios inclusivos para uso público también. A este respecto, KNX cuenta con décadas de experiencia como estándar abierto mundialmente reconocido para la automatización de edificios, pero su relevancia no puede exagerarse, ya que los arquitectos e ingenieros están incorporando el diseño inclusivo en las primeras fases de diseño.
Eliminar barreras
En un ejemplo reciente, el gigante de la arquitectura y campeón de los edificios inteligentes, Foster+Partners, creó un equipo de diseño inclusivo. «La tecnología está transformando las posibilidades y permitiendo la personalización y el apoyo en tiempo real», afirma Suzan Ucmaklioglu, socia asociada y especialista en diseño inclusivo de Foster+Partners. «La iluminación regulable, la orientación inteligente… pueden mejorar significativamente la experiencia de las personas».

Una mayor apreciación en el sector del diseño de la necesidad de incorporar enfoques y procesos inclusivos, no sólo como un aditivo, sino como una estrategia, ha generado una mayor comprensión de la propia discapacidad. Como explica Jos Boys, de DisOrdinary Architects, en una entrevista: «Las personas sólo son discapacitadas cuando se enfrentan a una barrera. Si se eliminan esas barreras, la discapacidad deja de existir».

De hecho, el control automatizado, la voz y las interfaces multimodales pueden permitir una vida más independiente. Para las personas con destreza o movilidad limitadas, las operaciones de manos libres para gestionar la iluminación, las persianas, la climatización y los electrodomésticos a través de asistentes de voz como Alexa, Google y HomeKit integrados con KNX, se convierten en un salvavidas. Estos reducen las tareas físicas y apoyan la coherencia para aquellos con desafíos cognitivos o de memoria. Como se describe en el artículo «The KNX Assistive Living Family Home» de KNX UK, para los usuarios de sillas de ruedas la capacidad de controlar el entorno a través de una aplicación o de la voz sin necesidad de cambiar de posición es transformadora.
Más relevante aún es la tecnología adaptativa, clave para afrontar los retos que plantea el impacto de la crisis climática en el entorno construido. En este sentido, los diseñadores buscan soluciones para proyectos centrados en la reutilización adaptativa y la reconversión de estructuras e interiores existentes. Los interruptores táctiles y físicos y los paneles de pared o interfaces móviles personalizables, diseñados con botones más grandes o pulsadores de una sola acción que admiten los sistemas KNX, pueden combinarse con el control por voz y táctil. Esta flexibilidad de control multimodal mejora la experiencia de diferentes condiciones de vida y de trabajo para las personas a través de espectros cognitivos, sensoriales y motores.

Soluciones integradoras
En una reciente visita a un centro de arte de Norwich para evaluar la inclusividad del edificio y recomendar mejoras junto a un grupo de artistas discapacitados, me di cuenta de lo importante que es ayudar a la arquitectura a crear entornos tranquilos, atractivos y acogedores. Es fácil dar por sentado que los entornos cómodos y seguros permiten una interacción sin trabas con el entorno o, en este caso, con las exposiciones, pero cuando no funciona, puede ser señal de que las estrategias de diseño son deficientes. La calidad del aire, el movimiento, la visibilidad de la señalización, la calidad de la luz y la iluminación influyen de forma directa y significativa en la experiencia del usuario, por lo que un sistema que pueda ser reactivo o sensible a estas condiciones debe ser una parte fundamental de la fase de estrategia. De hecho, esto va más allá para resaltar el valor de tales consideraciones de los sistemas para la seguridad y el bienestar. KNX admite funciones como la iluminación sensible al movimiento, el cierre automático de puertas por la noche o la activación de alertas de humo, monóxido de carbono, etc., que benefician a las personas con problemas de audición o visión, o a los usuarios neurodivergentes que necesitan previsibilidad ambiental.
Establecer el punto de referencia
Para cambiar el paradigma, un importante paso adelante es fomentar el diseño creativo y de calidad que integre sistemas como KNX. En Casa Capace (Australia), por ejemplo, la sofisticación de la tecnología de asistencia y la estética se han situado entre las prioridades de este proyecto modular, impulsado por la empresa de inversión inmobiliaria DPN. La ambición del proyecto ha sido establecer un punto de referencia mundial para el alojamiento especializado para discapacitados (SDA), con la ayuda de ABB, especialistas en domótica inteligente, para impulsar el diseño orientado a la discapacidad en la región. Mediante puertas eléctricas automatizadas controladas por KNX, bancos de altura regulable, persianas y escenas de iluminación, estas unidades ofrecen flexibilidad en el tiempo y un mayor confort y eficiencia energética, eliminando inteligentemente el estigma del diseño para discapacitados.

Conclusión
Para lograr un diseño realmente inclusivo, debemos ir más allá de los gestos performativos e integrar la accesibilidad en el ADN de la arquitectura y los sistemas de construcción desde el principio. Como dejan claro los ejemplos de este artículo, las soluciones de automatización inteligentes que utilizan KNX ya no son complementos opcionales, sino infraestructuras esenciales que proporcionan dignidad, autonomía y seguridad a todos los usuarios, independientemente de sus capacidades. Cuando la inclusión no se trata como una casilla de verificación, sino como un reto de diseño creativo, los resultados son más humanos y más innovadores. El futuro del entorno construido depende de este cambio. Cualquier otra cosa no es más que un diseño inteligente al servicio de las personas equivocadas.
Gwen Webber es estratega cultural y escritora con 20 años de experiencia en periodismo arquitectónico, programación pública y gestión de exposiciones sobre diseño y cultura.